Acceso área privadaMi cuenta
Iniciar sesión
He olvidado mi contraseña
¿Eres un usuario nuevo?
Crea tu cuenta
Subiendo archivos

Préstamos con Aval: qué saber antes de pedir uno

Descubre qué tienes que hacer para pedir un préstamo con aval y si es buena idea solicitar un crédito de este tipo

Si estás buscando préstamos con aval, estás de suerte: en este artículo te explicamos todo lo que debes saber al respecto. Desde los tipos de créditos de esta clase, hasta qué tienes que saber antes de contratar uno.

También puedes entrar directamente en nuestro comparador de préstamos pinchando en el botón que aparece a tu derecha. En solo unos minutos recibirás tu comparativa personalizada de los mejores préstamos con aval. ¿A qué esperas?

Compara más de 30 entidades en 2 minutos y contrata el mejor préstamo
COMPARA PRÉSTAMOS CON AVAL

Cómo funcionan los préstamos con aval

Dicho lo cual, cuando hablamos de préstamos con aval podemos referirnos a varios tipos de préstamos: principalmente a aquellos créditos que cuentan con una garantía o aval en sí mismo, y a los préstamos con avalista. En este último caso el aval es una persona con ingresos. Por decirlo de un modo sencillo.

El aval constituirá una garantía de pago para el prestamista o entidad bancaria pues, en caso de no abonar el préstamo en los términos y condiciones acordados, se hará frente a la deuda a través de él. Es decir, es la forma que tiene el prestatario de asegurarse de que recuperará el dinero de un modo u otro.

Los préstamos con aval pueden ser una opción interesante sobre todo para aquellas personas que no tienen un perfil financiero “adecuado”. Por ejemplo, porque se encuentran en situación de desempleo –aunque hay préstamos para desempleados–, en ficheros de morosidad como ASNEF, porque tienen muchas deudas, o porque sus ingresos son insuficientes, entre otros motivos.

Tipos de préstamos con aval

Como decíamos, encontramos diferentes tipos de préstamos con aval: los préstamos con aval personal, los préstamos con garantía y los préstamos con aval bancario. Veamos en qué consiste cada uno.

Préstamos con aval personal

O lo que sería lo mismo, préstamos personales con avalista. Son aquellos en los que se cuenta con una persona que responde si el titular del préstamo es incapaz de devolver el dinero. Es decir, si tras pedir un crédito con aval no podemos responder, será nuestro avalista quién lo haga por nosotros pues, al firmar el contrato, se compromete a respaldarnos y a saldar el impago con su dinero o bienes patrimoniales (presentes y futuros).

Es clave saber que los avalistas asumen las mismas obligaciones que el titular del préstamo y que también aceptan las condiciones crediticias del mismo. También que, si se hace cargo de la deuda, puede pedirle al titular que le devuelva este importe.

Préstamos con garantía

Los créditos con garantía son otra clase de préstamos con aval. En este caso el aval es un bien o propiedad de valor similar o superior al del importe que se pide prestado. Por ejemplo, hay préstamos con garantía hipotecaria (en los que el aval es la propia vivienda del solicitante), préstamos en los que se pone el coche como aval, etcétera. 

En definitiva, consiste en responder a la deuda con un bien de nuestra propiedad. Es importantísimo que tenga valor suficiente para responder al dinero prestado. Básicamente porque el banco quiere asegurarse de que podrá recuperarlo de un modo u otro. En caso de impago, se quedará con él. 

Por eso es clave analizar si merece la pena pedir un préstamo poniendo como aval propiedades importantes para nosotros, si compensa por la cantidad que estamos solicitando, etcétera. Por ejemplo, encontramos préstamos de 100 euros en los que se pone el coche como aval. Este tipo de situaciones resultan muy peligrosas.

Préstamos con aval bancario

En los préstamos con aval bancario es un banco el que se compromete a responder ante un tercero en caso de que nosotros no podamos saldar nuestra deuda. Puesto que el banco asume un riesgo al convertirse en nuestro avalista, es habitual que tengamos que pagar comisiones y otros gastos por esto. Dependerán del plazo, tipo y riesgo que asuma la entidad. Debes saber, asimismo, que los bancos solo suelen avalar a clientes propios.

Condiciones de los préstamos con aval

Pero, ¿qué préstamos se pueden avalar? Aunque las empresas prestamistas y entidades son las que suelen solicitar la figura del aval, los préstamos que normalmente se pueden avalar son:

  • Préstamos personales de importes elevados.
  • Préstamos empresariales para personas jurídicas.
  • Préstamos hipotecarios.

Se trata –en casi todos los casos– de créditos que implican cantidades elevadas de dinero, pues se presupone que el solicitante tendrá más dificultades para devolverlos, sobre todo si está en ASNEF o no dispone de ingresos regulares. El aval se pide para minimizar los riesgos y tener una garantía en caso de que el titular incumpla su obligación financiera.

Ahora bien, esto no significa que sea imprescindible contar con unos ingresos estables para pedir un préstamo, sino que existen otros productos a los que puede recurrirse. La presencia del avalista tiene mucho que ver con la cantidad que se pide, en cualquier caso.

Además de por completo, existe la posibilidad de avalar un préstamo de forma parcial o que el banco únicamente lo pida para una parte del préstamo. Por ejemplo: pongamos que compras una vivienda por 200.000 euros y la entidad te exige un avalista que respalde el 20% del préstamo. Este responderá por 40.000 euros solamente. Y cuando tu deuda sea inferior al 80%, su figura desaparecerá. Es una opción un tanto menos arriesgada que puede contemplarse.

Requisitos para pedir un préstamo con aval

Esos son los principales requisitos para pedir un préstamo con aval. Aunque tienes que saber que pueden cambiar según el banco. De hecho, no desesperes si no cumples todos ellos.

  • Tener entre 18 y 75 años: algunas entidades establecen el punto de partida en los 21 o 25 años, pero depende de cada perfil.
  • Residir en España y tener la documentación vigente.
  • Presentar un avalista solvente.
  • No estar en situación de insolvencia (que no es lo mismo que ser moroso o estar en ASNEF).
  • Contar con unos ingresos mínimos justificables.
  • Presentar la documentación correspondiente: contrato de trabajo o nóminas, DNI o NIE en vigor, número de cuenta, datos del avalista, etcétera.

Quién puede avalar tu préstamo

Por otra parte, el avalista del préstamo también deberá cumplir una serie de condiciones. Aunque pueden variar según la entidad en la que se solicite el préstamo, algunas de las habituales son:

  • Ser mayor de edad.
  • Tener unos ingresos estables y suficientes: ya sea porque cobra una nómina, una pensión o tiene otra fuente de ingresos alternativa (vive de la rentas, por ejemplo). Esto sirve para demostrar que tendrá capacidad de responder en caso de impago.
  • No tener deudas o tener muy pocas: esto incluye un préstamo propio o una hipoteca, por ejemplo.
  • Tener un nivel patrimonial suficiente: disponer de inmuebles libres de cargas, completamente pagados. Es una manera de ofrecer una garantía de pago adicional.
  • Todo esto deberá justificarse con la documentación correspondiente.

Qué saber antes de contratar un préstamo con avalista

Antes de pedirle a nadie que avale tu préstamo, deberías saber a qué lo estás comprometiendo. Entre otros:

Si tú no pagas, paga él

Avalar un préstamo significa asumir el pago de una deuda si la persona a quien corresponde y a quien se avala no puede hacerlo. Es decir, se trata de un compromiso muy grande.

Tendrá las mismas obligaciones de pago que tú

Los avales en préstamos suelen ser solidarios. Esto significa que el avalista asume las mismas obligaciones de pago que el titular del préstamo en caso de que este incurra en impago. Ser solidario implica que el avalista no podrá exigirle a la entidad financiera o al banco que, antes de reclamarle a él, haga lo correspondiente con el titular de la deuda. O sea, que tu avalista no podrá pedirle al banco que te reclame a ti antes que a él.

Eso sí, en caso de que se acabe pagando parte de la deuda por impago del titular, el avalista tendrá derecho a reclamar al avalado que le devuelva la cantidad aportada.

Los avalistas están en el CIRBE

Cuando se avala un préstamo, se pasa a formar parte de la CIRBE (Central de Riesgos del Banco de España), que es una base de datos en la cual se registran las operaciones de crédito. Esto puede hacer que, en algunos casos, el avalista lo tenga más difícil a la hora de pedir un crédito, pues el banco lo tendrá en cuenta al estudiar la solicitud de concesión.

Si el avalista no paga, entrará en listados de morosidad

Además, si el avalista tampoco paga tu deuda, entrará en listados de morosidad y hasta podrá ser embargado. Esto último si el impago se prolonga en el tiempo. Con los riesgos y dificultades que todo esto conlleva.

El aval se hereda

Si, por alguna circunstancia, el avalista falleciera, es importante saber que el aval no desaparece en estos casos, sino que se hereda. Es decir, a la hora de tomar la decisión de implicar a alguien como avalista hay que tener en cuenta que la deuda no solamente le afectaría a él en caso de impago.

Condiciones de un crédito con aval

Las condiciones de los préstamos con aval son muy parecidas a las de un préstamo bancario tradicional. Igual que en este último caso, se aplica un tipo de interés sobre el capital prestado y se establecen un plazo de devolución, cuotas, comisiones y otros gastos

De hecho es precisamente en esto en lo que deberías fijarte. Es decir, si el capital que te prestan es suficiente para abonar los gastos que tienes, si el plazo de devolución no hace que se disparen las cuotas, si los intereses no son muy altos, si el préstamo conlleva otros gastos que encarecen su coste, y mucho más.

En cuanto al importe que se puede solicitar, dependerá del aval en sí mismo y del prestamista. En cualquier caso, estas condiciones pueden variar enormemente según la financiera, el perfil crediticio del solicitante y mucho más. De ahí que sea vital comparar entre diferentes préstamos con aval antes de contratar uno.

Dónde pedir préstamos con aval

Ahora que ya conoces la teoría, es hora de pasar a la práctica: pedir tu préstamo. Una tarea que puede parecer ardua y pesada pero que es todo lo contrario gracias al comparador de préstamos de Acierto.com. Estas son todas las ventajas que te ofrece nuestra plataforma para pedir un préstamo con aval:

  • El proceso es rápido y fácil: apenas necesitas 2 minutos para completar nuestro formulario, respondiendo a unas sencillas preguntas.
  • Es seguro: nuestra tecnología es la más segura y contamos con un experto equipo técnico.
  • Es respetuoso con tus datos personales, que protegemos escrupulosamente.
  • Es cómodo: porque solo necesitas un dispositivo (cualquiera) y puedes hacerlo a cualquier hora del día.
  • Es fiable: no habrá sorpresas desagradables, porque nuestros expertos te habrán explicado con transparencia las condiciones del préstamo con aval que contrates.
  • Es útil: tienes, de un solo vistazo, la información de 40 entidades diferentes y podrás cotejar precios y coberturas.
  • Es gratis: nuestros expertos en préstamos se pondrán en contacto contigo para resolver dudas y acompañarte en el proceso, gratis y sin compromiso.
  • Es un acierto: porque teniendo toda esta información en la palma de tu mano, podrás elegir el mejor préstamo con aval para ti, con conocimiento de causa, partiendo de una comparativa que se ajuste a ti.
  • Es un ahorro de tiempo: no tendrás que acudir de entidad en entidad, pidiendo presupuestos, analizando condiciones.
  • Es un ahorro económico: ofrecemos siempre las mejores condiciones y las más flexibles.

Cómo pedir un crédito con aval

Pedir un crédito con aval en Acierto.com es enormemente sencillo. Solo tienes que entrar en nuestro comparador de préstamos y seguir estos pasos para obtener resultados casi al instante:

  • Indica la finalidad de tu préstamo con aval.
  • Dinos cuánto dinero (exactamente) necesitas.
  • Explícanos cuánto ganas al mes (ingresos netos), cuál es tu situación laboral y cuánto tiempo llevas en la empresa.
  • Acláranos (es muy importante) si estás en un fichero de morosidad y/o afectado por un ERTE.
  • Para acabar, necesitamos conocer algunos datos personales (que estarán a buen recaudo): nombre y apellidos, fecha de nacimiento, nacionalidad y tipo de inmueble en el que vives.
  • Indicando tu correo electrónico, recibirás tu comparativa personalizada al instante y podrás consultarla cuantas veces sea necesario.

Preguntas frecuentes sobre los préstamos personales con avalista

Dicho lo cual, todavía quedan muchas dudas por resolver. Por esta razón hemos recopilado una serie de preguntas frecuentes sobre los préstamos con aval y sus correspondientes respuestas. En cualquier caso, si sigues teniendo alguna, no dudes en contactar con nosotros a través de la comparativa o llamándonos por teléfono. Nuestros agentes expertos te ayudarán a resolverla. Gratis y sin compromiso.

¿Necesito tener ingresos regulares para pedir un préstamo con aval?

No, no es necesario que tengas unos ingresos regulares para pedir un préstamo con aval. Precisamente este, el aval, será la garantía que tiene el banco de que vas a devolver el préstamo. Porque si no lo haces te embargarán la propiedad o tu avalista deberá responder por ti.

En caso de impago, ¿a quién embargan primero?

Otra de las preguntas más frecuentes sobre los préstamos con aval es qué ocurre exactamente cuando el prestatario no cumple con su obligación de pago. Lo primero que hará la entidad será examinar la situación financiera del titular para comprender las razones del impago.

Si efectivamente comprueban que no tiene la opción de pagar porque se encuentra en bancarrota, se revisará la situación financiera del aval. Si este dispone de ingresos para hacer frente a la deuda, la empezará a saldar a plazos, tal y como hacía el avalado hasta el momento.

¿El avalista responde por la totalidad del crédito?

No es obligatorio per se que el avalista responda por la totalidad del crédito. Todo dependerá del contrato que se firme. Actualmente es posible encontrar acuerdos en los que el avalista únicamente avala un tanto por ciento del préstamo.

¿Me puede avalar un familiar?

Cualquier persona de confianza puede convertirse en tu avalista si así lo desea. De hecho y dado el compromiso que se adquiere, no es mala idea que sea un familiar el que nos avale. Eso sí, debe cumplir los requisitos descritos en el apartado de avalista.

¿Puedo pedir un crédito con aval si estoy en ASNEF?

Lo cierto es que hay entidades financieras y bancos que no conceden ni siquiera préstamos con aval a personas que figuran en listados de morosidad como ASNEF. Con todo, algunas sí lo hacen. Te recomendamos utilizar nuestro comparador financiero para encontrarlas fácilmente.

Eso sí, tienes que saber que habitualmente las condiciones de los productos de financiación a los que pueden acceder las personas en archivos de morosos suelen ser peores (los intereses tienden a ser más altos, conllevan otros gastos…) y que implican también otros requisitos. Por ejemplo, que las deudas no sean bancarias.

¿Puedo solicitar préstamos con aval online?

Sí, de hecho puedes hacerlo a través de Acierto.com. Además, contarás con la ayuda de nuestros expertos, a quienes podrás plantear todas tus dudas. Actualmente son muchas las financieras que permiten solicitar préstamos con aval online. Los formularios de solicitud, además, suelen ser sencillos, fáciles de rellenar y muy intuitivos.

¿Qué tipos de préstamos no necesitan aval?

Más allá de estos préstamos con garantía para personas que se encuentran en una situación de necesidad o que no pueden solicitar otra clase de préstamos más convencionales, existen productos cuya concesión no requiere de aval. 

Es el caso, por ejemplo, de los minicréditos o de los préstamos rápidos. Eso sí, estas formas de financiación suelen aplicar intereses más altos (u honorarios según el caso) y condiciones no tan interesantes. Razón de más para no usarlos de forma habitual sino como vía de financiación puntual.

Actualizado el 30/10/2023 por el equipo de redacción de acierto