Potencia eléctrica

Qué es la potencia eléctrica

Hay formas más precisas (y menos comprensibles) de definir la potencia eléctrica. Pero podría decirse que la información que nos da la potencia eléctrica es la cantidad de energía que necesita un aparato eléctrico —ya sea una lavadora o el cargador de un móvil— para ponerse en marcha y funcionar.

Por eso, la potencia eléctrica dependerá mucho del trabajo que hagan. Alimentar la batería de un móvil, obviamente, requiere menos cantidad de energía que la que necesita una lavadora para realizar un ciclo de lavado.

De hecho, la potencia eléctrica a la que funciona la recarga de un teléfono inteligente es de unos 15 W mientras que la de una lavadora es de entre 1.500 y 2.200 W. Y por eso también su consumo eléctrico es tan dispar: la lavadora hace un consumo medio anual de 255 kWh y recargar tu móvil puede no alcanzar los 6 kWh por año.

Ojo, que si acostumbras a dejar el cargador enchufado, sin móvil, deberías sumar lo que genera este gesto: el consumo fantasma o stand-by. Es casi imperceptible, pero se añade al consumo total. Este consumo fantasma de todos los aparatos eléctricos en conjunto es, sin embargo, real: representa un 2 % del consumo energético de un hogar, según Red Eléctrica de España (REE).

Potencia y energía: ¿son lo mismo?

Potencia y energía son dos términos estrechamente relacionados. Pero no idénticos; por eso no deben ser usados indistintamente. Por un lado, la potencia nos informa sobre la energía: nos dice a qué ritmo se está usando esta. El valor de la potencia siempre es el mismo, en cualquier momento que sea medida.

La energía, por su parte, hace referencia a la capacidad de hacer funcionar ese aparato. Pero para ser medida, se necesita una referencia temporal: segundos, horas, meses… Y lo que es obvio: a más potencia, más energía requerida. Por tanto, a mayor potencia, mayor consumo energético y mayor gasto.

La potencia eléctrica contratada

La potencia (o potencia eléctrica) contratada está directamente relacionada con las exigencias en términos de potencia eléctrica de tu hogar. Es decir, no necesitarás la misma potencia si cocinas con gas, tu termo no es eléctrico y no tienes lavavajillas ni aire acondicionado que en el caso contrario. Esto es, con una cocina eléctrica, usando electricidad para calentar el agua o haciendo uso de aparatos con un alto consumo eléctrico, como los citados.

En el primer caso, lo más recomendable sería un tramo de potencia eléctrica de 3,6 a 4,5 kW mientras que la segunda vivienda exigiría tener una potencia eléctrica contratada de 4,5 a 7,6 kW. Por eso, la potencia contratada indica la cantidad máxima de kW que puede proporcionar tu suministro eléctrico al tiempo.

Así, es un indicador de cuántos electrodomésticos podrías usar a la vez sin hacer saltar los plomos. Si te suele pasar al combinar dos elementos de alto gasto energético (por ejemplo, la lavadora y un aparato de calefacción), es que la potencia contratada es insuficiente para la potencia eléctrica de esos dos aparatos.

Si estás pensando en contratar la luz con otra compañía, es un buen momento para revisar la potencia eléctrica contratada y asegurarte de que no es insuficiente, ni tampoco excesiva. Si utilizas el comparador de tarifas de luz y gas de Acierto.com, nuestros asesores expertos te ayudarán, además de a encontrar el mejor precio, a resolver gestiones como las modificaciones de potencia: se ocuparán de todo por ti.

¿Qué tramos de potencia eléctrica puedes contratar?

En la actualidad, puedes contratar una serie de tramos de potencia concretos: las potencias normalizadas, fijadas en 2006 por el Ministerio de Industria del Gobierno de aquel momento. Además de la potencia eléctrica de los aparatos eléctricos, fuentes de iluminación, etc. de los que hagas uso (y quieras hacer uso a la vez), deberás tener en cuenta —aunque en menor medida— otros parámetros como los m2.

También deberás considerar que existen unas potencias normalizadas para cada tipo de instalación eléctrica: monofásica (de tensión de 230 V, la habitual en cualquier casa) o trifásica. Las potencias eléctricas normalizadas para una instalación monofásica son:

• 1.15 kW
• 2.3 kW
• 3.45 kW
• 4.6 kW
• 5.75 kW
• 6.9 kW
• 8.05 kW
• 9.2 kW
• 10.35 kW
• 11.5 kW
• 14.49 kW

Desde 2018 es posible modificar la potencia en tramos que sean múltiplo de 0,1 kW, fijando el límite máximo de potencia eléctrica en 15 kW, tal y como indica el Real Decreto-ley 15/2018, de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores.

Qué potencia eléctrica contratar en el mercado regulado

Con la entrada en vigor de la nueva factura en 2021 (que implementó la discriminación horaria para todos los usuarios de la tarifa PVPC o regulada), en el mercado es posible contratar dos potencias diferentes: una para el tramo valle y otra para el tramo punta.

Se trata de tener más suministro en las horas más baratas de luz para sacarle todo el jugo a la discriminación horaria: para hacer más consumo sin que cueste más.

Potencia y energía: el consumo eléctrico

Como hemos explicado, la potencia eléctrica expresa la cantidad de energía que se requiere para que un dispositivo eléctrico funcione. Al medir esa exigencia de energía del aparato podremos conocer otro dato: su consumo eléctrico, expresado en kWh, que después multiplicaremos por las horas de uso —para conocer el consumo eléctrico diario— y por el precio al que se tarifique el kWh en nuestra tarifa, para averiguar el gasto diario.

Por eso, conocer la potencia a la que funcionan los electrodomésticos y todos los aparatos que enchufamos a la red es fundamental para hacer el cálculo del consumo eléctrico de un hogar. Y, por tanto, para decidir qué potencia eléctrica necesita una casa para atender a esos requerimientos energéticos.

Qué tener en cuenta al calcular la potencia eléctrica

Si la potencia eléctrica que necesita tu hogar tiene que ver con los electrodomésticos y la equipación, basta con calcular el consumo eléctrico de cada uno de ellos y sumarlos. Puede que la cifra no sea la exacta, pero te puede servir para orientarte.

En todo caso, los vatios no son el único dato que deberás considerar para calcular la potencia eléctrica que requiere tu hogar. Te señalamos las claves de cada tipo de dispositivo eléctrico.

Electrodomésticos en el cálculo de la potencia eléctrica

Para calcular los kWh de consumo eléctrico de los electrodomésticos deberás tener en cuenta su potencia eléctrica, por supuesto. Pero también sus calificaciones energéticas: si es A (algo raro desde la implementación del nuevo etiquetado, más exigente) o B, conseguirás un ahorro respecto al consumo eléctrico habitual de esos electrodomésticos. Si está entre la D y la G, aumentarás tu consumo eléctrico.

Fuentes de iluminación

Con las fuentes de iluminación ocurre lo mismo. También cuentan con el nuevo etiquetado energético y hay opciones que permiten más ahorro que otras. Las de tipo LED son las que menos potencia eléctrica necesitan. Por tanto, las de menor consumo energético. A la hora de considerar su papel en el consumo de la casa, ten en cuenta qué tipo de bombillas tienes.

Otros aparatos eléctricos

Los pequeños electrodomésticos, aunque no lo parezcan, generan un enorme consumo eléctrico. No por separado, pero sí al considerarlos como un solo grupo. De esta forma, representan el 27 % del consumo eléctrico de una vivienda, afirman desde REE. Para calcular la potencia eléctrica que necesitas, incluye en el cálculo el consumo eléctrico de aquellos que usas a diario, como podrían ser la máquina de café, la licuadora, la tostadora, la plancha, el ordenador portátil, la consola de videojuegos, etc.

Cómo calcular la potencia eléctrica que necesita una casa

Si tienes clara la potencia de los aparatos de tu casa, puedes saber qué potencia eléctrica necesitas contratar. Para ello, tendrás que seguir este proceso matemático:

• Haz el cálculo del consumo eléctrico de cada uno de ellos por separado. Transforma el dato de la potencia en V en kW, dividiendo entre 1.000.
• Suma todas las cifras. Esto te dará el total de kW que consume tu casa. 
• Multiplica por el factor de simultaneidad de los aparatos. Si 1 es todos los aparatos a la vez, puedes multiplicar por 0’25 para un uso simultáneo de la cuarta parte del total. En el caso de las bombillas, el factor de simultaneidad que se suele considerar es  0,66.
• La cifra resultante debe ser aproximada a la de la potencia que contrates o tengas contratada. Si es muy inferior, significa que has contratado potencia eléctrica de más y estás pagando también de más. Si estás pensando en cambiar de compañía, o en modificar la potencia eléctrica que ya tienes contratada (y así ahorrar), el resultado de este cálculo será tu referencia.

La potencia eléctrica no lo es todo

Que uses más o menos aparatos, su potencia eléctrica y su eficacia energética marcarán en gran medida tu consumo eléctrico. Pero hay otra parte tan fundamental como esta: la tarifa. Porque por mucho que te esfuerces en ahorrar, si la forma de tarificar de tu compañía no responde adecuadamente a tu consumo energético (no te permite ahorrar), no conseguirás bajar la factura todo lo que te gustaría.

O podrías. Basta con echar una ojeada al actual y bullicioso mercado libre de la luz para ser consciente de la amplia oferta. La competencia es enorme y por eso es posible encontrar precios cada vez más bajos. Incluso comprar luz a precio de coste; pagando lo mismo que tu comercializadora (más una cuota mensual por gastos de gestión).

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