Préstamos para jóvenes
Si quieres saber cómo encontrar los mejores préstamos para jóvenes, no te pierdas este artículo. Te lo contamos todo sobre los créditos para jóvenes, desde dónde solicitarlos, los productos de financiación más recomendables, si hay préstamos para jóvenes sin intereses, los requisitos para acceder a ellos y mucho más.
También puedes entrar ya mismo en nuestro comparador de préstamos y, en solo 2 minutos, acceder a tu oferta personalizada. Solo tienes que pinchar en el botón verde que aparece a tu derecha.
Los préstamos para jóvenes son, como su propio nombre indica, aquellos préstamos que permiten a los jóvenes de entre 18 y 25 años (normalmente) acceder a crédito para poner en marcha sus proyectos, ideas, para empezar a estudiar la carrera soñada, etcétera. Así, encontramos tanto modalidades de financiación especialmente diseñadas para este colectivo, como otros productos que, de igual forma, les permiten acceder a dinero prestado.
Finalidades de los préstamos para jóvenes
En cualquier caso, la finalidad a la que se destine el dinero del préstamo joven, determinará el tipo de producto financiero (por regla general). Por ejemplo, encontramos préstamos para estudiantes –para aquellos que quieren iniciar una carrera, máster o pagar la matrícula–, préstamos para financiar el primer coche –para quienes desean hacerse con su primer vehículo–, y también préstamos con avalista, tarjetas de crédito o minicréditos, que cubren otras necesidades.
Estos últimos podrían ir destinados a una formación puntual, a pagar un imprevisto como el dentista, a pagar la habitación de alquiler durante un mal mes, y similares. Y también encontramos los préstamos para jóvenes emprendedores, clave para los que quieren iniciar un negocio. Elegir uno u otro dependerá de cada caso.
Pero ahondemos un poco más en cada una de estas modalidades:
Préstamos para jóvenes específicos
Así, encontramos préstamos específicos para jóvenes en diferentes entidades. Ibercaja, Bankia… son algunas de las que los conceden. Las condiciones del crédito pueden variar mucho según la entidad. Por ejemplo, los hay que permiten acceder hasta a 30.000 euros y otros que establecen el importe máximo en los 2.000 euros. Por lo tanto, es difícil establecer unos rasgos determinados para estos productos. Con el resto de condiciones ocurre lo mismo.
Para facilitar todo este proceso de comparar banco por banco, producto por producto, te recomendamos utilizar nuestro comparador de préstamos personales. En solo 2 minutos recibirás resultados personalizados, que te permitirán ver los requisitos y condiciones de cada banco de una sola ojeada.
Préstamos para estudiantes
Aunque ya hemos dedicado un completo artículo a los préstamos para estudiantes, no podían faltar en este listado. Están pensados, precisamente, para cubrir los estudios. Teniendo en cuenta que estudiar en España cuesta entre 700 y 4.000 euros al año, se trata de un tipo de financiación frecuente entre los jóvenes. En este caso, el préstamo joven se emplea en abonar la matrícula, el máster, un curso en el extranjero, para adelantar una beca que todavía no ha llegado o similares. O sea, está ideado para jóvenes que se encuentran en esta situación: estudiando.
Algunas de sus características clave son que suelen tener un tiempo de carencia (parcial o total) en el que pueden no abonarse intereses o incluso nada, que los plazos de devolución son normalmente largos y que el tipo de interés no suele superar el 7,15%. También suelen tener una comisión de apertura del 1% e incorporar productos vinculados.
Préstamos para financiar un coche
Una de las primeras adquisiciones que suelen realizarse es la de un vehículo, bien nuevo o de segunda mano. En este caso, un joven puede optar por financiar el coche. Y aquí pueden recurrir a bancos o financieras. Los importes cambian según la entidad, pero lo habitual es que, si optan por un coche de segunda mano, puedan acceder, como máximo, a 50.000 euros. Los importes para coches nuevos alcanzan hasta los 90.000 en ciertos casos.
En cuanto a los tipos de interés, al financiar un coche nos podemos encontrar con diferentes tipos de interés, que pueden oscilar entre el 5,00% TIN y el 10% TIN. Como con cualquier préstamo, son distintos según la entidad, el importe que se solicite, del plazo de amortización y el perfil del solicitante (entre otras cuestiones).
Préstamos con garantía o aval
Es habitual que, cuando un joven solicita un préstamo, y sobre todo si no cuenta con un trabajo estable o similar, le pidan que aporte un aval o avalista. En el primero de los casos, nos estamos refiriendo principalmente a los créditos para jóvenes con garantía. La garantía debe ser, eso sí, un bien de su propiedad que se encuentre completamente pagado (o que al menos lo esté en un 80%).
En el caso del avalista, quien responde en caso de impago será una tercera persona. En cualquier caso, si quieres saber más, te recomendamos que leas nuestra completa guía sobre préstamos con aval.
Tarjeta de crédito
La tarjeta de crédito es otra vía posible de financiación. Casi todo el mundo tiene una (ten en cuenta que si no es tu caso, el proceso de concesión puede alargarse un mes) y se trata de un método muy flexible que permite disponer de dinero a crédito y devolverlo –normalmente– a final de mes sin que esto genere intereses. Es una vía de financiación muy recomendable para necesidades urgentes como, por ejemplo, pagar la matrícula, material universitario, etcétera.
Además, las tarjetas de crédito cuentan con otras ventajas, como que incluyen seguros específicos en caso de fraude o pérdida, que permiten fijar un techo de gasto, establecer comprobaciones en dos pasos para las transacciones realizadas y más.
Minicrédito o préstamo rápido para jóvenes
Los préstamos rápidos son también otra opción, aunque hay que comentar que tienen sus ventajas e inconvenientes. Las cantidades a las que puede accederse rondan entre los 300 y 500 euros, y los 15.000. En el caso de los minicréditos, difícilmente superan los 1.000 euros. Ambos son productos de rápida concesión (el dinero puede incluso tenerse en la cuenta en 15 minutos, dependiendo del caso).
De hecho, el tiempo de respuesta no suele alargarse más de 48 horas. Además, tienen plazos de devolución cortos y normalmente no se requiere mucho papeleo ni tiempo para pedirlos (son eminentemente online). Ahora bien, suelen contar con intereses más altos que otros productos de financiación (en el caso de los minicréditos, con honorarios igualmente elevados). De ahí que solo sean recomendables en casos muy concretos, ante necesidades urgentes de dinero. Y no como forma de financiación recurrente.
Préstamos para jóvenes emprendedores
También encontramos préstamos para jóvenes emprendedores, justamente pensados para este colectivo. Para saber más te recomendamos acudir a nuestro artículo sobre préstamos para emprendedores, en el que encontrarás todo lo que quieras saber al respecto.
Acceder a un crédito, en ocasiones, puede resultar más complicado si tienes entre 18 y 25 años. Los bancos te ofrecerán tarjetas, cuentas bancarias… pero difícilmente un préstamo (aunque depende, por supuesto, de cada caso). Esto responde, por regla general, a varios motivos:
- La corta vida laboral de la persona joven: precisamente debido a su edad, la mayoría de jóvenes tienen una vida laboral corta, incluso si han empezado a trabajar a los 16 años. Esto quiere decir también que difícilmente tendrán la antigüedad suficiente para que el banco considere que cuentan con un trabajo estable. Además, es probable que este trabajo no requiera de formación (no han tenido tiempo de completar la suya) y que se encuentre mal remunerado.
- El tipo de ingresos de los jóvenes: asociado al trabajo, se encuentran los ingresos. Si se tiene un trabajo poco cualificado o solo se puede trabajar los fines de semana, lo más habitual es que los ingresos sean menores. Y esto también dificulta la consecución del préstamo.
- La ausencia de historial crediticio tampoco ayuda: con este punto sucede lo mismo que con el del empleo. Por regla general, los bancos y entidades bancarias no confían en los clientes sin historial crediticio.
- La madurez de la persona que contrata el préstamo: la juventud también suele asociarse a la inmadurez, a una mayor impulsividad y falta de racionalidad. Algo que, si bien no tiene por qué ser cierto, puede condicionar a determinadas entidades.
En cuanto a la documentación que necesitarás para pedir un préstamo joven, no difiere demasiado de la que te requerirán en cualquier otra vía de financiación. Y aunque las condiciones pueden variar según el banco o el producto financiero por el que finalmente te decantes, estos son los papeles que normalmente te pedirán:
- DNI o NIE en vigor: que acredite que eres mayor de edad.
- Extracto bancario con el número de cuenta en el que, de salir aprobado el crédito jóven, se te ingresará el dinero.
- Justificante de ingresos. Esto es, normalmente, las tres últimas nóminas, el contrato de trabajo o similares. Si eres autónomo, el justificante de alta de autónomo, de que estás al corriente de las cuotas de la seguridad social, declaración de la renta, declaración de IVA trimestral, etcétera.
- Datos del avalista: en caso de que alguien te avale para que puedas acceder al crédito. También es posible que pongas un aval como garantía del préstamo, por ejemplo un coche si no estás pidiendo demasiada cantidad de dinero. Eso sí, el bien que pongas como garantía deberá estar completamente pagado o al menos amortizado en un 80%.
- Justificante de a qué vas a destinar el dinero
Pero, ¿en qué fijarse para identificar los mejores créditos bancarios para jóvenes. En este caso, y como en en la mayoría de casos, deberás fijarte en:
Los intereses del préstamo
Antes de contratar un préstamo para jóvenes deberías llevar a cabo un cálculo de los intereses del préstamo. Es importante fijarse no solamente en el TIN (Tipo de Interés Nominal), sino también en la TAE (Tasa Anual Equivalente). Este diferencial te permitirá hacerte una idea más acertada de lo que terminarás pagando por el préstamo pues, además del TIN, tiene en cuenta gastos como las comisiones, entre otros.
Pero la posibilidad de comparar tantas entidades al mismo tiempo no es la única virtud de nuestra plataforma. Te contamos algunas más:
- Podrás ver de forma sencilla e intuitiva las condiciones de los mejores préstamos para jóvenes. Para decantarte por una u otra con conocimiento de causa.
- Contarás con la ayuda de nuestros mejores expertos en creditos para jóvenes.
- Podrás realizar tu comparativa desde cualquier lugar, a través de cualquier dispositivo y con todas las facilidades.
- El proceso es muy rápido y sencillo, solo te llevará 2 minutos rellenar todos los datos. Además, no entraña papeleo ni dificultad alguna.
- Contarás con el respaldo de la mejor tecnología: velamos por tu seguridad y por la privacidad de tus datos.
- Podrás recuperar tu comparativa cuando quieras: accediendo al correo electrónico que te enviaremos cuando termines el proceso.
- Tendrás acceso gratis a la ayuda de los mejores agentes expertos en préstamos.
- No te llevarás sorpresas de última hora y sabrás qué tipo de préstamo joven estás contratando.
- Ahorrarás tiempo y dinero. Tiempo en desplazamiento, el de la comparativa, etcétera. Olvídate de ir leyendo una por una las condiciones de los diferentes préstamos para jóvenes del mercado. También ahorrarás dinero porque contratarás con las mejores condiciones.
Llegados a este punto, no podíamos dejar de responder algunas de las preguntas básicas que nos formulan habitualmente nuestros clientes sobre los préstamos para jóvenes. Recopilamos las más recurrentes:
¿Cuál es la edad mínima para pedir un crédito?
Para ser titular de un préstamo debes haber cumplido los 18 años. Asimismo, algunos de los productos financieros especialmente pensados para jóvenes solo pueden solicitarse hasta los 35 años. Aunque esto último depende de cada entidad. De hecho algunas fijan el tope de edad en los 30 años.
¿Qué pasa si no devuelvo mi crédito joven?
Dejar de devolver el préstamo, independientemente de si se trata de un préstamo para jóvenes, es mala idea. Incluso aunque estemos hablando de una cantidad pequeña, los intereses que acabarán generándose con el tiempo pueden llegar a ser altísimos.
Por no hablar de otros problemas como que nos inscriban en un fichero de morosidad (pueden hacerlo a partir de una deuda de 50 euros), que nos hagan un requerimiento judicial y un largo etcétera de problemas que es mejor evitar.
Actualizado el 09/09/2024 por el equipo de redacción de acierto