Si te apasionan los vehículos de dos ruedas, te encanta salir a la carretera en busca de viajes y las aventuras, eres el perfecto candidato de una moto trail; un modelo especialmente diseñado para ser conducido por pistas y caminos, es decir, superficies más irregulares. De hecho, el término trail en inglés significa, literalmente, sendero.
Estas máquinas son resistentes y versátiles y es posible conducirlas tanto por los terrenos de campo más abruptos, como por las carreteras mejor asfaltadas; son “todoterreno”. Están especialmente indicadas para aventureros, y destacan por su potencia, capacidad de carga, seguridad y mantenimiento mínimo, así que suelen ser una buena inversión. En esta guía te enseñamos cómo asegurarlas y todo lo que debes tener en cuenta para hacerlo con conocimiento de causa.
La notoriedad internacional de las motos trail se originó hace unas décadas gracias a las competiciones por el desierto al estilo del París-Dakar. Desde entonces, las distintas marcas han creado infinidad de modelos y cilindradas variadas que van desde máquinas tremendamente potentes hasta versiones más ágiles de motos de 125cc.
Se trata, en general, de un tipo de vehículo polivalente. En un principio las trail eran lentas y pesadas en carretera pero han evolucionado mucho y, ahora, resultan mucho más ligeras y rápidas. Si bien es cierto que un conductor experimentado aprovechará más su potencial.
Creada para viajar, su característica más distintiva es que proporcionan al piloto una posición más alta y erguida, gracias a su asiento y manillar elevados. Esto incrementa la comodidad en los desplazamientos y otorga un mejor dominio de los movimientos de la moto. Además, esa altura concede al conductor una mejor visión de la vía.
Asimismo, tienen una carrocería más robusta que incrementa la seguridad y facilita el agarre en las superficies poco regulares. Las suspensiones son largas y blandas para afrontar obstáculos y baches. Respecto a los neumáticos, lo habitual es que sean mixtos (para camino y carretera) y lisos. Si vamos por terrenos más complicados, lo correcto es colocar ruedas con tacos que mejoren el agarre y la estabilidad.
La velocidad máxima que alcanza esta moto varía en función de la marca y el modelo. No obstante, suele oscilar entre 120 y 130 kilómetros por hora, cifras que no se pueden mantener durante períodos prolongados. Hemos de comentar que, en estos momentos, las primeras marcas fabricantes de motos trail y, por supuesto, las que más ventas acumulan en el mercado son Yamaha, BMW, Honda, Ducati, KTM y Aprilia.
Antes de entrar de lleno en materia de seguros de la moto, te recordamos la documentación que debes llevar en la moto. Siempre actualizada y en vigor.
En nuestro país es obligatorio contratar un seguro de Responsabilidad Civil para la moto, es decir, que cubra daños a terceros. A partir de ahí lo habitual es mejorar la póliza en cuestión de coberturas hasta la máxima de a todo riesgo. Te facilitamos las coberturas más comunes y que debes tener en cuenta a la hora de contratar tu seguro de moto:
Extender la póliza con una cobertura u otra depende del conductor y del uso que haga de la moto. De cualquier modo, te recomendamos visitar el comparador de seguros de moto Acierto.com para cotejar entre una amplia gama de aseguradoras el que mejor se adapte a tus necesidades.
Como ya hemos mencionado, estas motos se emplean especialmente para viajar y tener aventuras, precisamente la razón de que numerosas compañías aseguradoras cuenten con soluciones adaptadas al riesgo que suponen. En estas circunstancias el objetivo es que tanto el conductor como la máquina estén cubiertos ante cualquier percance.
A la hora de contratar un seguro de moto trail las aseguradoras tendrán en cuenta las características de la moto, es decir, la potencia (cilindrada) y la experiencia del conductor (edad y historial de siniestros). Por ejemplo, en el caso de querer asegurar una moto trail de 125 cc el perfil del conductor se mirará con lupa tanto si lo contratas a terceros, a terceros ampliado o todo riesgo (con o sin franquicia).
En definitiva, los servicios y el precio final de la póliza variarán en función de las propias compañías y de lo que tú exijas y estés dispuesto a pagar. Por eso, te aconsejamos que te tomes tu tiempo para comparar y elegir.