Cómo asegurar partes del cuerpo

¿A quién le interesa asegurar partes de su cuerpo?

Son muchas las leyendas urbanas que circulan en Internet y que afectan a estrellas de fama mundial. Al hilo del tema que nos ocupa, en su momento se llegó a afirmar que Jennifer Lopez tenía suscrita una póliza para asegurar sus nalgas.

Aunque la noticia era falsa, dada su repercusión, desde Acierto.com calculamos cuánto pagaría una compañía de seguros a JLo, si se diera el riesgo asegurado. En el momento de mayor esplendor de la artista y teniendo en cuenta su edad, ingresos (unos 39,5 millones de euros anuales) y otros factores, la aseguradora con la que suscribiera la póliza debería indemnizarle con cinco millones de euros, si algo le pasara a esa parte de su anatomía.

Tampoco es impensable ni inviable asegurar partes del cuerpo. Un cirujano, por ejemplo, que vive de sus manos, haría bien en contratar un seguro que le ofrezca una indemnización si, por ejemplo, pierde la movilidad o la funcionalidad de una de ellas. Al fin y al cabo, la cuestión que subyace cuando alguien suscribe una póliza para manos, piernas o trasero es proteger aquello que le reporta un beneficio y que necesita para no perder su fuente de ingresos.

Es el caso de un cantante con sus cuerdas vocales, de un piloto de Fórmula 1 con sus pulgares —fundamentales en el manejo de los mandos— o de una cantante que ha hecho de sus nalgas casi una seña de identidad. El seguro compensaría una pérdida de ingresos en el caso de que esa parte del cuerpo sufriera un accidente que le impidiera seguir actuando o firmar un contrato publicitario.

¿Qué famosos han asegurado alguna parte de su cuerpo?

Los motivos de un cirujano para tener un seguro que le garantice una indemnización si sus manos no pueden seguir operando —o, dicho de otra forma, una compensación por perder su fuente de ingresos—son los mismos que han llevado a famosos y deportistas de élite a asegurar ciertas partes de su cuerpo.

Así, podemos hablar del seguro de piernas de CR7, por ejemplo. En su etapa en el Real Madrid el club contrató un seguro específico con una indemnización de 100 millones de euros si se lesionaba una de sus valiosas extremidades y no podía jugar. O del seguro de piernas de Messi cuya indemnización se estimaba en casi 53 millones de euros.

Otro acuerdo sonado fue al que llegó Iker Casillas cuando aún estaba en activo para asegurar sus manos: a cambio de ceder su imagen a la aseguradora, firmó un seguro de accidentes con Groupama que las valoraba en 7.500.000 euros. Y las protegía en caso de accidente sufrido en cualquier momento y en cualquier lugar del mundo; tanto en el ámbito profesional como en el privado.

Los futbolistas no son los únicos que han asegurado sus piernas cuando más valían. También lo han hecho cantantes como Mariah Carey (que también aseguró su voz por casi 31 millones de euros) y Taylor Swift (37 millones) y modelos como Heidi Klum. En su caso, se dio un valor distinto a cada pierna, debido a una cicatriz.

De qué tipo de póliza hablamos

Estos seguros sobre partes tan específicas del cuerpo son pólizas completamente personalizadas. Se basan en el valor que dichas partes aportan. Ese valor puede entenderse desde la pertenencia del asegurado a un colectivo profesional o empresarial que se beneficia económicamente de su actividad, pero también desde el punto de vista del marketing y la imagen pública.

Ciertas personas representan un valor simbólico para una marca, una institución o incluso un país. Por eso, las piernas de David Beckham no solo tenían valor deportivo, sino también publicitario: eran la imagen de Adidas, Armani, Pepsi, etc. Ocurre lo mismo con la sonrisa de Julia Roberts: forma parte de su marca personal, pero los estudios de cine que financian sus películas también dependen de ella.

En definitiva, se asegura una parte del cuerpo porque su pérdida afecta al valor económico de un colectivo o a la propia imagen del asegurado.

¿Se puede asegurar una parte del cuerpo, si no eres famoso?

Para que una póliza asegure tus piernas por millones de euros, han de generar aún más dinero. Es lo que les da su valor Por eso los seguros de partes del cuerpo no son un producto que cualquiera pueda contratar.

Pero sí hay formas de proteger tus manos, tus piernas y cualquier otra parte. La premisa es la misma: que sean imprescindibles para trabajar. Volviendo al ejemplo del cirujano, si pierde la funcionalidad de sus manos, pierde su fuente de ingresos.

En este sentido, cualquiera puede protegerse ante posibles daños permanentes que deriven en situaciones como la incapacidad total profesional, la invalidez permanente parcial y total. Pero hablamos de otro tipo de seguros.

¿Qué seguros cubren una incapacidad?

Si quisieras garantizar un capital si algo de tu cuerpo con lo que te ganas la vida falla (las manos, las piernas, la visión), la mejor forma de hacerlo es con un seguro que incluya la incapacidad permanente parcial o la incapacidad permanente total.

En el primer supuesto, la incapacidad afecta únicamente a una parte de tu cuerpo. En el segundo, te invalida para dedicarte a tu profesión. La indemnización se calcula en base a un baremo y al impacto de esa incapacidad sobre tu actividad profesional.

Existen seguros de vida que permiten asegurar capitales extra para estas situaciones. Puedes encontrarlos para particulares haciendo una simulación de tu seguro en nuestro comparador, aunque son más habituales en el ámbito de las empresas. Y entre los trabajadores autónomos, que dependen de sí mismos para poder seguir generando ingresos.

Otra alternativa son los seguros de accidentes. Como su propio nombre indica, la única causa contemplada es la accidental. Pero garantizan capitales para todas las consecuencias del accidente: fallecimiento, invalidez permanente total y parcial e invalidez permanente y absoluta. E incluso la gran invalidez. También pueden contemplar otras garantías complementarias, como la ayuda a domicilio.