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La seguridad activa y pasiva en el coche

Analizamos los sistemas de seguridad del coche: qué elementos los forman y cómo te ayudan en la conducción

¿Sabrías distinguir entre seguridad activa y pasiva cuando hablamos de tu coche? Son sistemas integrados en tu vehículo y los componen elementos muy dispares. Te explicamos cómo intervienen estos sistemas para evitar un accidente y reducir la posiblidad de lesiones. También cómo te ayuda el seguro de coche a mantenerlos en correcto funcionamiento.

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Diferencia entre seguridad activa y pasiva

Los sistemas de seguridad activa y de seguridad pasiva tienen la misma razón de ser: cuidar de ti cuando estás al volante; de tu seguridad. Pero lo hacen de forma diferente. Porque, aun persiguiendo un objetivo común, cada uno de estos sistemas tiene su misión. E interviene en diferentes momentos.

Es en esa cruzada particular en lo que se diferencian. Los sistemas de seguridad activa pueden actuar para evitar un accidente. Cada elemento de la seguridad activa del coche trata de garantizar la fiabilidad durante la conducción, a su manera. Actuando sobre ciertas partes del coche.

Pero ¿qué pasa si el accidente se produce o está a punto de producirse, porque algo ha fallado en la seguridad activa? Es entonces cuando entra en juego la seguridad pasiva. Su finalidad es evitar que las consecuencias del siniestro sean graves para ti y para el vehículo. O, dicho de otra forma, minimizar las posibles secuelas, en caso de accidente.

Sistemas de seguridad activa y pasiva en el coche

Cómo funciona la seguridad activa

Los elementos de seguridad activa de tu coche son los que, de una u otra manera, controlan la fiabilidad y estabilidad del coche mientras tú conduces. Es decir, los que te permiten frenar, no derrapar o incluso evitan que colisiones con un ciclista o que te duermas al volante.

Todos tienen la misma función: evitar un accidente. O, al menos, reducir las posibilidades de que ocurra, mientras funcionen correctamente. Mantener un coche pasa por revisar con asiduidad todos aquellos elementos que intervienen en la seguridad.

Estos han ido evolucionando e incorporándose a la fabricación de vehículos nuevos con el paso de los años. El sistema de dirección asistida, sin el que ahora parece impensable conducir, no se inventó hasta 1978. Actualmente, ningún coche carece de él. Lo mismo ocurrirá con los Sistemas Avanzados de Ayuda al Conductor, la gran innovación en seguridad activa.

ADAS, los sistemas de seguridad activa más innovadores

Más conocidos como sistemas ADAS, por sus siglas en inglés (Advanced Driver Assistance Systems), son sistemas de seguridad activa que se apoyan en la tecnología. Funcionan con cámaras (delanteras y traseras), sensores de ultrasonidos, navegador, radares y otros avanzados dispositivos que se integran en el vehículo.

Algunos alertan al conductor mediante señales luminosas. Otros pueden actuar sobre la dirección del coche. Por ejemplo, el sistema BSM ofrece resistencia en el volante y disminuye la velocidad para que no puedas cambiar a un carril, si ha detectado, mediante la monitorización de ángulos muertos, que hay un vehículo ocupando dicho carril. Y el sistema ISA (Asistente Inteligente de Velocidad), reconoce las señales de velocidad para frenar o acelerar cuando sea necesario, adaptándose a la velocidad permitida en cada momento.

Desde 2022, siguiendo las directrices impuestas por un Nuevo Reglamento de Seguridad de la UE (aprobado en 2019), algunos de ellos ya son obligatorios en España.

Así, los coches nuevos de nueva homologación deben llevar incorporados: detector de somnolencia (DDR), asistente de velocidad inteligente (ISA), alerta de tráfico cruzado (RCTA), caja negra (EDR), alerta de cambio involuntario de carril (LDW), sistema de frenado de emergencia (ESS), inhibidor de arranque con alcoholímetro y alerta de uso del cinturón en todas las plazas.

El triángulo de la seguridad activa: neumáticos, frenos y amortiguadores

Se le llama triángulo de la seguridad activa porque engloba a tres elementos imprescindibles para una conducción segura. Si falla cualquiera de los tres, el accidente podría ser inevitable.

Los neumáticos, en el top de la seguridad activa

Aunque intervienen otras variables —como las condiciones climatológicas y del asfalto—, el estado de los neumáticos es el principal responsable del agarre del coche a la carretera. Como recuerda la Dirección General de Tráfico (DGT), “son el único punto de contacto con la carretera”.

Si están desgastados, o la presión es más baja de la recomendada, o están mal alineados... Pierden adherencia a la calzada y pueden desencadenar un accidente. Por eso se consideran elementos que intervienen en la seguridad del coche y, por tanto, deben revisarse regularmente. Y ser sustituidos cuando el dibujo de la rueda tenga una profundidad inferior a 3 milímetros, recomienda la DGT (aunque el mínimo legal es 1,6). O si ya has recorrido con ellos más de 40.000 kilómetros.

Los frenos, determinantes para evitar un accidente

Ser capaz de detener un vehículo a tiempo y con distancia suficiente puede salvarte de atropellar un peatón; de perder el control del coche; de colisionar con objetos y vehículos y sufrir graves daños; o de provocar un accidente múltiple. Para todo eso sirven los frenos. Y por eso se deben revisar todos sus componentes: el desgaste de uno —como las pastillas— puede afectar a todo el sistema. 

Son aún más eficaces desde que se incorporara a los vehículos otro sistema de seguridad activa; el ABSAnti-lock Braking System—, que evita el bloqueo de las ruedas en frenazos de emergencia (ese frenazo brusco con el que se intentan evitar todas esas situaciones descritas).

Los amortiguadores en la seguridad activa 

Si los neumáticos son los que te unen a la carretera, los amortiguadores son lo que los mantiene pegados a ella cuando se vuelve irregular o está mal asfaltada. Porque son los encargados de absorber estas irregularidades y mantener así la estabilidad del coche.

Si no funcionan correctamente, se pierde ese contacto de los neumáticos, contribuyendo a su desgaste. Según la DGT, deberías cambiar los amortiguadores cuando el coche haya recorrido entre 65.000 y los 90.000 kilómetros.

Sistemas de seguridad pasiva: elementos y funciones

Los sistemas de seguridad pasiva son una suerte de plan B: si falla algún elemento de la seguridad activa y el accidente es inevitable, cuentas con ellos para que se minimicen los daños. Los sistemas de seguridad pasiva incluyen algunos elementos integrados en el coche y se activan sin que tú hagas nada. Otros has de usarlos de forma consciente. Y responsable.

El cinturón de seguridad, clave en la seguridad pasiva

Si el golpe es inevitable, el cinturón es tu mayor aliado de seguridad pasiva. Porque te retiene: frena la inercia que te llevaría, en los casos más graves, a salir incluso proyectado por el parabrisas. Te mantiene pegado al asiento. Hay que comprobar los anclajes cada cierto tiempo y asegurarse de que van a poder cumplir su misión. Y, ni qué decir tiene, todos los ocupantes del vehículo deben usarlo.

Si todo falla, siempre tendrás el airbag

“La utilidad del airbag empieza cuando acaba la del cinturón”, dice la DGT. Es decir, puede cumplir su cometido solo si llevabas puesto el cinturón. Porque no evitará que te desplaces de tu asiento, pero absorberá la energía cinética, la que te proyecta hacia delante en un impacto frontal.

Obligatorio desde 2006, es una bolsa de gas integrada en el volante y en el salpicadero (para el copiloto), que se hincha de forma inmediata al detectar la fuerza del impacto. Proporciona una superficie blanda sobre la que la cabeza impacta.

Se evita así el contacto con volante, con el parabrisas (y la rotura del cristal, que provocaría aún más lesiones) y otros elementos al tiempo que se limita el movimiento de la cabeza, minimizando los posibles daños cervicales. También existen airbags laterales y de techo o de cortinilla, para una seguridad pasiva más completa.

Los reposacabezas también son seguridad pasiva

Llevarlos correctamente colocados y apoyar la cabeza en ellos al conducir evita el latigazo cervical fruto de un impacto. Las cervicales son, precisamente, la parte del cuerpo que sufre lesiones con más facilidad en una colisión. Por eso se suelen utilizar en estafas al seguro. Porque, además, son difíciles de probar.

Existen reposacabezas activos (que se adaptan a tu cabeza de forma automática) y pasivos (los que tú adaptas, manualmente). En cualquier caso, y aunque parezcan un simple accesorio de confort, pueden evitar graves lesiones e incluso la muerte, en un fuerte impacto.

Los sistemas de retención infantil: seguridad pasiva para niños

Los sistemas de retención infantil actúan como elementos de seguridad pasiva para los más pequeños. Son esas sillas (homologadas, adaptadas a su talla y peso), elevadores y otros sistemas para llevar a los niños en el coche y garantizar que, en caso de accidente, no sufrirán desplazamientos bruscos ni se llevarán golpes.

Las lunas, clave en la seguridad pasiva

Los cristales del coche te mantienen aislado y protegido del exterior. Pero, en caso de romperse, lo harán en añicos, para evitar cortes con trozos grandes. Además, el parabrisas está hecho de vidrio laminado: compuesto por varias láminas de vidrio, unidas entre sí por una resina. Esto evita que se rompa con facilidad, en caso de impacto. Si ya has visto algún desperfecto o una grieta, recuerda que puedes cambiar las lunas de tu coche gracias al seguro.

Preguntas frecuentes sobre seguridad activa y pasiva

La seguridad al volante es una cuestión vital (literalmente). Por eso no queremos dejar de abordar ningún aspecto clave sobre seguridad activa y pasiva en el coche. Para ello, nos hacemos eco de algunas de las preguntas que más formulan los usuarios sobre este tema y las respondemos, en esta sección.

Los sistemas de seguridad activa y pasiva, ¿influyen en la prima del seguro?

Teniendo en cuenta que la mayoría son obligatorios, se dan por descontados. La situación puede cambiar si se trata de un coche antiguo, que no cuenta con muchos de estos sistemas de seguridad, tanto activa como pasiva. Por ejemplo, no tienen airbags laterales, ni sistemas ADAS.

Cuanto más viejo sea el coche, mayor es la percepción del riesgo (de averías, que también pueden provocar accidentes) por parte de la aseguradora. Y eso, lógicamente, se refleja en la prima. Esta también aumentará si alguno de esos sistemas son accesorios del vehículo que tú has elegido. En ese caso, deberás asegurarlos como extras.

¿Qué es más importante, la seguridad activa o la pasiva?

No hay una más importante que otra. Todo aquello que conforma la seguridad activa es vital para evitar un accidente. Pero algo falla, se requiere de todos los elementos que incluye la seguridad pasiva para reducir las posibilidades de lesiones o, si se dan, que sean más leves, gracias a su intervención.

¿Cuál es el elemento de seguridad activa más importante?

Sin duda, los neumáticos representan el elemento de seguridad activa más importante de todos. Son el punto de contacto con la calzada. Por eso, que algo vaya mal en los neumáticos, puede suponer la pérdida total del control del coche. Después intervendrían otros sistemas de seguridad activa, como los frenos. Neumáticos, frenos y amortiguadores son considerados los elementos esenciales para la seguridad activa.

¿Hay sistemas de seguridad pasiva que se basen en la tecnología?

Sí, el sistema e-call, que se viene incorporando en los coches fabricados desde el 31 de marzo de 2018 (por aplicación de una homologación a escala de la UE). Se trata de un dispositivo que permite la geolocalización del vehículo, al tiempo que se conecta con la red de emergencias más próxima, para alertar del accidente.

Mejora la seguridad activa y pasiva de tu coche, gracias al seguro

Son muchas las cosas que puede hacer el seguro por ti, a la hora de garantizar la seguridad activa y pasiva del coche. Por ejemplo, ofrecerte revisiones gratuitas de seguridad.

Precisamente, en estas revisiones se controlan todos los elementos que intervienen en la seguridad, activa y pasiva del vehículo. Hay aseguradoras que ofrecen revisiones anuales gratuitas. Otras muchas, las incluyen como parte de las ventajas de sus talleres concertados: si reparas el coche, te lo llevas revisado.

No es necesario que lo repares para revisarlo. De hecho, deberías hacerlo cada cierto tiempo, siguiendo las recomendaciones para cada sistema de seguridad. Si acudes a los talleres de tu compañía podrás disfrutar de trato preferente e incluso descuentos.

Todo depende de qué aseguradora escojas. Por eso no debes tener prisa a la hora de elegir. Aunque sí puedes simplificar la búsqueda, gracias al comparador de seguros de coche de Acierto.com. Porque rellenas un solo formulario y obtienes precios personalizados en un gran número de compañías. Además, accedes a toda la información relevante de cada póliza: coberturas, límites, valoración de nuestros expertos... Todo lo que necesitas saber para acertar con tu seguro.

Actualizado el 26/06/2024 por el equipo de redacción de acierto