Las ruedas son uno de los elementos más importantes en tu moto. Aseguran tu agarre a la calzada y de ellas depende en parte tu seguridad. Pero no todos funcionan igual. El tipo de neumáticos que debes llevar irá en función del uso que le des a tu moto y de este uso dependerá el desgaste que sufran ¿Sabes cómo detectar cuándo debes cambiarlas? Con esta guía te harás todo un experto en ruedas.
Los neumáticos son uno de los elementos más importantes en una moto. Y hay tantos tipos como clases de motos. Todo va a depender de por dónde se circula y el uso que se hace de la moto: ¿es una moto de carretera? ¿de competición de trial? ¿o un ciclomotor? Así, en el mercado se pueden encontrar neumáticos con diferentes adherencias, en función del terreno.
Se distinguen, en primer lugar, por su dureza. Existen neumáticos blandos, neumáticos medios y neumáticos duros. Una vez más, la elección de unos u otros depende del terreno por el que se suela circular. A menor dureza, mayor capacidad de histéresis; esto es, la capacidad de retomar su forma cuando se desliza por terrenos irregulares. Es decir, que cuanto más blando sea el neumático más agarre presenta. Por otra parte, los neumáticos más duros proporcionan un buen agarre sobre mojado.
Si hablamos del tipo de vía por el que vamos a circular y el uso que vamos a dar a la moto, nos encontramos, en primer lugar, con neumáticos de carretera (o ‘touring’ o ‘sport’). Son los más habituales y están especialmente indicados para conducir por ciudad. Son duros y resistentes —duran más tiempo— y presentan un buen agarre tanto en seco como en mojado, gracias a que cuentan con mucho dibujo. Su principal ventaja es que tienen una temperatura de funcionamiento baja; es decir, no necesitan calentarse mucho para ser completamente eficaces (frente a los blandos y de competición).
Los neumáticos mixtos (o de ‘trail’) tienen la particularidad de ser eficaces tanto en terreno llano (asfalto) como en terreno irregular, aunque presentan algo menos de agarre que las de carretera sobre el asfalto. Se diferencian en el dibujo, que en este caso es más ancho. Su temperatura de funcionamiento es baja.
Los neumáticos todoterreno (o de ‘cross’ u ‘off-road’) son los que mayor agarre presentan en terreno irregular (caminos, pistas…) gracias a sus grandes tacos. Por este motivo se usan en las motos de motocross y no se debe circular con ellos nunca por carretera.
Similares a estos son los neumáticos de trial, específicos de las motos de trial: con tacos, grandes y con un buen agarre sobre caminos.
Los neumáticos de competición (o ‘slicks’) son también específicos. Se utilizan en circuitos de competición. Su temperatura de funcionamiento es muy elevada y pueden encontrarse en distintos grados de dureza. Otra de sus principales características es que no tienen dibujo —son neumáticos completamente lisos— por lo que tienen una vida más corta, aunque dentro de esta modalidad también existe la variante con dibujo, para circular con lluvia.
Las motos tipo scooter también cuentan con su propio tipo de neumático: son especialmente resistentes (están hechas para durar mucho), trabajan bien a temperaturas bajas y se caracterizan, sobre todo, por tener un diámetro menor al del resto de neumáticos en otras motos.
Cada neumático viene con una especie de “DNI”. Es un código alfanumérico que indica una serie de datos identificativos sobre el neumático:
Aunque es inevitable que en algún momento de la vida de tu moto tengas que cambiar los neumáticos —podría deberse también a un pinchazo y no sólo al desgaste— se pueden seguir una serie de consejos para alargar su vida. Además, has de saber en qué condiciones (de presión, por ejemplo) han de estar los neumáticos de tu moto para optimizar su eficacia.
Hay una forma muy fácil de saber cuándo has de cambiar los neumáticos por desgaste: el dibujo te lo dice. Mientras para los neumáticos de los coches sí se ha determinado una medida de referencia para calcular el desgaste (el dibujo ha de presentar una profundidad mínima de 1,6 mm), no existe tal medida para las ruedas de moto.
Pero sí una otra forma de “medir” si el desgaste es tal que necesitan ser cambiados. Los neumáticos incorporan unos testigos de desgaste. Estos serán tu referencia: si están desgastados, los neumáticos necesitan un cambio.
La pista más evidente es que el neumático no presente dibujo o que muestre grietas y otros síntomas muy claros de desgaste. Además de ser contraproducente para tu seguridad, circular con unos neumáticos desgastados está sancionado con una multa de 200 €. Por “Circular con el vehículo reseñado cuyos neumáticos no presentan dibujo en las ranuras principales de la banda de rodamiento”. (Artículo 12, apartado 5.1 del Reglamento General de Vehículos)
En cualquier caso, es mejor no apurar hasta que el dibujo desaparezca e ir controlando el desgaste para evitar llegar hasta ese punto e incluso circular con unas ruedas inseguras. El número de kilómetros recorridos también te puede servir de indicador de que se acerca el momento de cambiarlas o al menos, de comprobar si necesitan un cambio.
Tu póliza de seguro también protege tus neumáticos, aunque de otras formas. Es importante que tengas claro cómo. Por ejemplo, si vas a recibir una indemnización en caso de robo, incendio y daños propios.
Has de saber que, por regla general, las compañías sólo cubren los daños en neumáticos en los supuestos de daños propios o incendio siempre que se hayan producido otros daños en la moto. Es decir, los neumáticos no están asegurados, per se.
Otra cosa es que sufras un pinchazo. De eso se encarga la asistencia en viaje (si cuentas con ella en tu seguro) y siempre que cubra esta garantía (lo puedes comprobar en las condiciones particulares de la póliza). La asistencia en caso de pinchazo suele incluirse junto a los supuestos de falta de combustible y pérdida de llaves.