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El encarecimiento de precios dispara las solicitudes de créditos al consumo

Destacan especialmente las peticiones de minicréditos y otros préstamos pequeños

Durante los últimos meses y en un contexto en que la inflación viene pisando fuerte, el aumento de precios se ha notado. Algo que, al mismo tiempo, ha provocado un incremento de las solicitudes de créditos al consumo. ¿El objetivo? Hacer frente a unos gastos que ahora han aumentado. En concreto, el saldo vivo se disparó en 11.240 millones en solo un mes, más que en cualquier junio de toda la serie estadística. Pero, ¿para qué utilizamos este dinero? ¿Es sencillo conseguirlo? El comparador Acierto.com responde.

A qué se destinan los créditos

En concreto y según las cifras de junio, son cada vez más las familias que recurren a los préstamos para afrontar sus gastos fijos, pero también para no perderse las vacaciones. Llama la atención este último dato pues, al parecer, se recurre a créditos no solo en situaciones de urgencia y necesidad, sino para poder seguir gastando y disfrutando del ocio como se hacía antaño. De ahí que los préstamos para vacaciones hayan aumentado (el 15% de los consumidores opta por viajes financiados actualmente). 

En paralelo, también han aumentado las solicitudes de reestructuración de deuda o agrupación de deudas en un 30 %. Y es que el poder adquisitivo de las familias ha caído en picado fruto de la inflación. La consecuencia directa es recurrir a créditos para poder seguir gastando. La tendencia no es nueva, sino que, según las estadísticas de establecimientos financieros de crédito, viene observándose desde principios de 2021.  

Asimismo, no podemos evitar el contexto: tras la pandemia, hubo muchas familias que gastaron lo ahorrado en volver a consumir y a viajar, mientras que otras lo destinaron a inmuebles o a amortizar parte o la totalidad de la deuda hipotecaria para evitar las consecuencias de la subida de tipos. Al mismo tiempo, la solicitud de créditos al consumo también tiene que ver con esto: ante la dificultad de renovar las condiciones de la hipoteca, muchos consumidores se ven obligados a pedirlos. 

precios encarecen creditos

La morosidad también sube 

Por otra parte, la morosidad también se ha incrementado (la ratio de morosidad de los EFC aumentó en un mes del 6,04% hasta el 6,48% según las últimas cifras conocidas), algo peligroso en este tipo de créditos, sobre todo si recurrimos a tarjetas de crédito con condiciones dudosas o minicréditos.  

“Este tipo de productos suelen tener intereses más altos de lo habitual y cláusulas específicas en caso de impago”, apuntan desde Acierto.com. “Podría ocurrir que la persona se viera atrapada en un bucle de deudas de consecuencias inimaginables si no los gestiona bien. Por no hablar de que, en caso de morosidad, acabaríamos inscritos en un fichero de morosos como ASNEF, con todo lo que eso acarrea”, matizan los expertos.