Seguros médicos para funcionarios: ¿qué opciones tienen?
Uno de los beneficios de ser funcionario de MUFACE es el acceso gratuito a la sanidad privada: los seguros médicos para funcionarios. Pero están en el aire desde que Adeslas y DKV (solo queda Asisa) decidieran no presentar su candidatura a la adjudicación del nuevo concierto de asistencia sanitaria 2025-2027. ¿Qué opciones tienen los funcionarios para seguir disfrutando de esa atención médica?
Los seguros de salud para funcionarios son exclusivos para un colectivo muy concreto: los trabajadores del Estado. Distinguimos entre los civiles (desde un profesor hasta la trabajadora de un museo), los trabajadores de la Administración de Justicia y los miembros de las Fuerzas Armadas.
Entre las ventajas de ser funcionario, destaca el acceso a sanidad privada a través de tres mutualidades, según el colectivo al que se pertenezca.
Gracias al concierto de mutualidades como MUFACE con diferentes aseguradoras como Adeslas y Asisa, los funcionarios (en activo y jubilados) disfrutan de un seguro de salud privado —por una prima mucho más baja—. Y para toda la familia: pueden incluir a su cónyuge, hijos y otros familiares.
Pero únicamente con aquellas compañías a las que se adjudica el concierto de asistencia sanitaria. En este sentido, un seguro médico para funcionarios no se diferencia mucho de un seguro de salud al uso para particulares. Hablamos del mismo tipo de atención (primaria, de especialistas, hospitalaria, etc.), si bien cuentan con su propio cuadro médico. Al menos es así en el caso de las que han sido las aseguradoras concertadas de MUFACE.
Las mutualidades son organismos públicos —forman parte del Sistema Nacional de Salud— que prestan servicios de asistencia sanitaria y social, entre otros colectivos, a los funcionarios del Estado. Su condición de funcionario les convierte por obligación en afiliados a una mutualidad. Es a través de esta mutua como solicitan sus prestaciones económicas (por incapacidad temporal, por ejemplo) y reciben asistencia sanitaria.
Así se recoge en la Ley General de la Seguridad Social. Concretamente, en el Capítulo VI (Colaboración en la gestión de la Seguridad Social), Sección 2ª (Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social), artículo 80 (Definición y objeto).
Cada colectivo pertenece a una de las tres mutualidades que existen en España. Los funcionarios civiles están afiliados a MUFACE. Los funcionarios de la Administración de Justicia forman parte de la Mutualidad General Judicial (MUGAJU) y los miembros de las Fuerzas Armadas, del Instituto Social de las Fuerzas Armadas o ISFAS.
Como mutualistas, disfrutan de libre elección para la prestación de asistencia sanitaria: entre el sistema sanitario público y las entidades de seguro de asistencia sanitaria concertadas: un seguro privado para funcionarios. Además, durante el mes de enero de cada año, pueden cambiar de uno a otro.
Hasta hace apenas un mes, esta era una pregunta sencilla de resolver. Pero a finales de 2024 la respuesta se complica, debido a la nueva licitación para el concierto 2025-2027 de asistencia sanitaria de MUFACE. También hay novedades en el concierto 2025-2026 de MUGEJU. Recopilamos qué compañías trabajan con mutuas de funcionarios, a partir de 2025.
MUFACE
A MUFACE pertenecen casi 1,5 millones de trabajadores públicos. En cuanto a lo que se refiere a su labor de asistencia sanitaria, MUFACE, como el resto de las mutuas para funcionarios, es una gestora de la Seguridad Social: desarrolla la misma actividad.
Son los propios afiliados a MUFACE quienes deciden sobre su asistencia sanitaria: si quieren tener un seguro médico para funcionarios del MUFACE. A finales de 2024 la realidad es que el 67,3 % prefiere la sanidad privada a la pública y tienen sus seguros con una de las Entidades de Seguro de Asistencia Sanitaria con las que MUFACE mantiene concierto.
Hasta el 31 de diciembre de 2024, este porcentaje de afiliados (que representa más de un millón) se repartían entre Adeslas, DKV y Asisa. Pero la situación ha cambiado.
Hoy, en enero de 2025, solo queda Asisa. Pero la crisis MUFACE aún no ha terminado, porque la compañía aún tiene de plazo hasta el 27 de enero de 2025 para presentar su oferta.
DKV y Adeslas ya han decidido no elevar su candidatura aduciendo las enormes pérdidas provocadas por un concierto que, según Adeslas, “lleva años siendo deficitario”. DKV va más allá y cifra las pérdidas del último concierto en más de 70 millones de euros.
MUGAJU
También hay novedades para los funcionarios afiliados a la Mutualidad General Judicial. Si durante el concierto 2022-2024 podían contratar su seguro de salud con seis aseguradoras diferentes (Asisa, DKV, MAPFRE, Nueva Mutua Sanitaria, Sanitas y Adeslas), durante el período 2025-2026 las opciones se reducen a Nueva Mutua Sanitaria, Sanitas y Adeslas.
ISFAS
El Instituto Social de las Fuerzas Armadas se ocupa de gestionar el Régimen Especial de Seguridad Social de “las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil, el personal estatutario del CNI y el personal civil de cuerpos adscritos al Ministerio de Defensa con excepción de las pensiones de jubilación, invalidez, muerte y supervivencia que corresponden al Régimen de Clases Pasivas”.
Su Fondo Especial está constituido por los bienes de dos mutuas: la Asociación Mutua Benéfica del Ejército de Tierra (AMBE) y de la Asociación Mutua Benéfica del Ejército del Aire (AMBA), integradas en ISFAS.
Hasta ahora, tenían menos opciones que otros funcionarios: Adeslas y Asisa. No obstante, aún no están definidas las entidades aseguradoras que participarán en el nuevo concierto 2025-5026, si bien según las noticias publicadas, parece que ambas seguirán.
Por eso, los mutualistas de ISFAS tienen algo más de plazo para solicitar un cambio de modalidad: hasta un mes después de que se publiquen los nuevos catálogos, con las aseguradoras que están suscribiendo el nuevo concierto.
Pase lo que pase, la atención médica a los funcionarios de MUFACE está garantizada hasta el 31 de marzo o hasta que se firme un concierto, tal y como establece la orden de continuidad dictada por el Gobierno (el Ejecutivo asumirá más de 343 millones de euros para garantizarla).
En el caso de DKV, podría extenderse hasta junio de 2025 en ciertos pacientes “si la necesidad de hospitalización se prolongara”, han dicho desde la compañía.
Si tienes tu seguro privado para funcionarios con Asisa y esta se presenta finalmente al concierto, nada cambiará para ti. Si eres de DKV o Adeslas, tienes varias opciones: pasarte a la que quede, al sistema público o contratar un seguro privado por tu cuenta. Con tu aseguradora de siempre o con otra.
Opción A: seguir con tu compañía, con una nueva póliza
Aún no hay movimiento por parte de DKV y Adeslas en lo que respecta a ofertas de seguros médicos para funcionarios que antes pertenecieran a estas entidades. Lo que sí es más que probable es que si contratas con tu anterior aseguradora, te libres del cuestionario médico y no tengas que superar ningún período de carencia. Tampoco sabemos, hoy día, si podrás permanecer en Asisa como mutualista.
Opción B: contratar otro seguro de salud
Si quieres ampliar opciones, podemos ayudarte. precios y coberturas. Además, podrás acceder a las ofertas de seguros de salud de las compañías con las que trabajamos. Como DKV. Y solicitar el asesoramiento de nuestros expertos para acertar con tu póliza.
También en ciertos casos podrías saltarte las carencias. Es la política de algunas aseguradoras, que no las tienen en cuenta si vienes de otra compañía con la que ya las hayas superado (y contratas una póliza de similares características, en cuanto a nivel de protección).
Opción C: Seguridad Social
Pasarte al sistema público siempre es una opción. Aunque puede que te resulte difícil el cambio, si estás acostumbrado a las ventajas de la sanidad privada. La pública arrastra problemas de colapso, que provoca largas listas de espera, según la especialidad y la provincia. En algunas, incluso para conseguir cita con el médico de cabecera.
Además, debes tener en cuenta lo que no cubre la Seguridad Social. Hay muchas intervenciones a las que es muy difícil acceder, como la de cataratas, que están limitadas a casos muy concretos (como la cirugía bariátrica) o directamente excluidas, como la de presbicia.
Y pruebas para las que cuentan con muchos requisitos, como el test prenatal no invasivo o servicios masificados y con una atención menos completa que una aseguradora, como los cursos de preparación al parto.
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Para concluir la guía, abordamos ahora algunas de las preguntas que más se formulan quienes quieren saber más sobre el seguro privado para funcionarios. Cuestiones tanto del funcionamiento de las mutuas como más generales, sobre la cotización a la Seguridad Social.
¿Qué es el Régimen de Clases Pasivas del Estado?
Lo primero que debes saber es esta cuestión solo solo afecta a aquellos funcionarios que tomaron el cargo antes del 1 de enero de 2011. Hasta ese momento y para tener derecho a su pensión de jubilación, los funcionarios cotizaban al Régimen de Clases Pasivas, a partir de las deducciones practicadas a través de las cuotas de pasivos.
Estas cuotas se calculaban con un porcentaje en función de “cuerpo, escala, plaza, empleo o categoría del funcionario”. Y se retenían de la nómina. Desde enero de 2011, los nuevos funcionarios cotizan obligatoriamente en el Régimen General de la Seguridad Social.
¿Quiénes pueden ser beneficiarios de las mutuas para funcionarios?
Además de los propios funcionarios, sus allegados. Pueden incluir, siempre que convivan con él a su cónyuge o pareja, descendientes naturales o por adopción de cualquier miembro de la pareja, menores tutelados, hermanos y hermanas del mutualista y ascendientes, tanto del funcionario como de su cónyuge.
Los requisitos, además de que convivan con el mutualista, son no percibir ingresos de trabajo y “no gozar de protección, por título distinto, a través de cualquiera de los Regímenes que integran el sistema español de la Seguridad Social, con una extensión y contenidos análogos a los establecidos en el Régimen General”.
¿Puedo seguir afiliado a la Seguridad Social si contrato un seguro privado?
Sí, hay compatibilidad entre el seguro privado y la Seguridad Social. Puedes estar asegurado por el Sistema Nacional de Salud y al mismo tiempo contratar un seguro médico privado y recurrir a él cuando tú quieras.
Esto te permite combinar necesidades. Por ejemplo, podrías tener un seguro ambulatorio que te resolviera los problemas del día a día y, para los casos más graves (y menos frecuentes, como una operación de urgencia) saber que cuentas con la Seguridad Social.
Actualizado el 20/01/2025 por el equipo de redacción de acierto
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