¿Qué tipos de préstamos de dinero existen?
Existe una gran variedad de préstamos de dinero en el mercado financiero. Y cada uno tiene su razón de ser. Por ejemplo, no es lo mismo un préstamo para comprar un coche que una financiación para hacer una reforma, un minipréstamo o un préstamo ICO. En esta guía te explicamos cómo son todos los tipos de préstamos que hay para que puedas escoger el que más te convenga, en función de tus necesidades y características.
Préstamos personales
Los préstamos personales son un tipo de préstamos que nos sirven para financiar la compra de un bien o afrontar un gasto o inversión. Habitualmente ofrecen importes que no suelen superar los 60.000 euros y los plazos de devolución se pueden alargar hasta 10 años. En la mayoría de casos, se comercializan a un tipo de interés fijo.
Como sucede con cualquier clase de préstamo, antes de concederlo, la entidad estudiará el perfil del solicitante para evaluar la solvencia de la operación, le exigirá cierta documentación y, en algunos casos, solicitará un avalista.
A la hora de pedir un préstamo personal hay que cumplir varios requisitos (ser mayor de edad, tener un documento de identidad en vigor...), demostrar solvencia y que el importe de la cuota no supera la ratio de endeudamiento. Además, puntualmente, se va a tener que justificar, con facturas o presupuestos, a qué se va a destinar el dinero.
En cuanto a la concesión, puede tardar entre 72 horas y un mes. En este el plazo intervienen elementos como si el solicitante es cliente de la entidad, el importe que se pide, lo que se tarda en aportar la documentación… Las garantías de pago de los préstamos personales son, hasta que no se acaba de pagar, los bienes presentes y futuros del titular.
Préstamos rápidos
Los préstamos rápidos son, dentro de los diferentes tipos de préstamos de dinero, muy similares a los personales. Esto es, el banco o financiera presta al solicitante un importe de dinero a cambio de que lo devuelva, en el tiempo que acuerden, junto con unos intereses. Las grandes diferencias entre estos dos préstamos de dinero las encontramos en los procesos de concesión y los importes.
Los préstamos rápidos se tramitan y conceden mucho más rápido que otros tipos de préstamos de dinero, ya que toda la operativa se suele llevar a cabo a través de internet. El papeleo es mucho más ágil y sencillo y se tiene respuesta sobre si está concedido o no en menos de 48 horas.
En cuanto a los importes que se facilitan, son inferiores a los de un préstamo personal y los plazos, más cortos. Hablamos de financiaciones de, como mucho, 15.000 euros, a devolver en hasta 5 años. Por contra, los intereses son algo más altos que los de un préstamo personal pero sin llegar los de las tarjetas de crédito, que pueden alcanzar el 20%.
En cuanto al resto de aspectos, y como en las demás clases de préstamos bancarios, la entidad estudiará el perfil del solicitante antes de concederlos, si bien las condiciones pueden ser algo más laxas.
Préstamos de dinero preconcedidos
Los préstamos preconcedidos son uno de los tipos de préstamos bancarios que se conceden sin necesidad de que haya una solicitud concreta de financiación por medio. Las entidades suelen presentarlos en forma de préstamo preconcedido como tal, adelantos de la nómina, líneas de crédito…
Se otorgan a clientes que tienen cierta vinculación con el banco –ya sea a través de la domiciliación de la nómina o recibos, la contratación de otros productos o similares– y que, además, cuentan con un buen historial bancario y estabilidad económica.
Los importes que se conceden se mueven desde los 2.000 euros y, muy puntualmente, hasta los 20.000 euros. La financiación no se concreta hasta que el usuario decide suscribirlo. Hay varias vías de contratación: por teléfono, a través de la app o perfil del servicio de banca online, en los cajeros automáticos, presencialmente en una sucursal…
En cuanto a la concesión de un préstamo preconcedido, es rápida: el dinero suele estar en cuenta en menos de 48 horas desde que el cliente decide contratarlo ya que no hay que presentar papeles ni se estudia el perfil del cliente. El banco ya lo ha analizado y el cliente responde por su buen perfil, que es su aval. Con todo, y como la gran mayoría de préstamos de dinero, los preconcedidos no están exentos de intereses, si bien acostumbran a ser más económicos que los de una tarjeta de crédito.
Préstamos de dinero para imprevistos: los minipréstamos
Los minicréditos son, dentro de las clases de préstamos rápidos, financiaciones que se caracterizan por la rapidez de tramitación y por los importes que conceden, realmente bajos comparados con otras formas de financiación.
En cuanto al dinero que facilitan, no superan los 1.000 euros que se tienen que devolver en un plazo corto, a lo sumo dos o tres meses. Estos préstamos de dinero se solicitan online y la respuesta sobre si se conceden o no se obtiene rápida, en minutos. Por contra, los intereses que aplican, y que en los minicréditos reciben el nombre de honorarios, son muy elevados.
Los minipréstamos, al contrario de los tipos de préstamos bancarios, no requieren apenas de papeleos en su contratación y, entre sus pocos requisitos, está el ser mayor de edad. Para solicitar un minicrédito basta con rellenar un formulario en la web de la financiera y aportar ciertos datos como nombre y apellidos, un número de teléfono, un correo electrónico y una cuenta bancaria, en la que se ingresará el dinero, si sale aprobado. En ocasiones, estos préstamos se conceden a personas que están en listados de morosidad, como Asnef.
Por su alto precio, se recomienda que el uso de un minicrédito esté orientado a afrontar un gasto imprevisto (una reparación de un coche o electrodoméstico, por ejemplo), para el que no hay liquidez en ese momento pero se tiene previsto un ingreso de capital.
Tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito son un método de pago pero también un tipo de préstamos. Como tal, el banco o financiera que la comercializa, antes de concederla, estudiará el perfil del solicitante. El importe que se incluye en el crédito de la tarjeta puede variar en función del banco, el tipo de tarjeta (no es lo mismo una tipo platinum que una común) y el perfil del usuario. A pesar de ello, suelen ser más bajos que los de un préstamo al consumo.
De disponer de una, el crédito se puede usar de forma instantánea, si no el trámite entre que se solicita y se tiene el plástico como tal, como en otros tipos de préstamos, se puede alargar entre 10 días y un mes.
Lo habitual es que los intereses que aplican las tarjetas de crédito sean bastante más elevados que otros tipos de préstamos bancarios. Eso sí, solo se aplicarán sobre el importe que se utilice. Si no se usa el crédito, no se tendrá que pagar ningún interés.
Además, y en el caso de la amortización, es posible que el titular pueda elegir cómo devolver el dinero prestado. En una sola cuota, habitualmente se hace a final de mes y no tiene coste; un porcentaje del dinero usado o una cuota fija cada mes.
Préstamos de dinero entre particulares
No siempre es necesario que haya un banco para que se preste dinero. Un préstamo entre particulares también entra en la clasificación de préstamos de dinero.
Hay, básicamente, dos tipos de préstamos entre particulares. Por una parte, entre familiares y amigos, con un acuerdo verbal, aunque no está de más que se formalice de alguna manera para evitar algún malentendido. De hecho conviene hacerlo para que Hacienda no lo entienda como una donación (con las consecuencias fiscales que eso implica).
Por otra parte, a través de plataformas de crowdlending. Son los préstamos P2P, gestionados a través de entidades que ponen en contacto personas que buscan financiación con otras que quieren invertir. En ellos, la propia plataforma es la que, tras analizar el riesgo de la operación, fija unos intereses al solicitante de la financiación y una rentabilidad al inversor.
Líneas de crédito
No siempre es necesario que haya un banco para que se preste dinero. Un préstamo entre particulares también entra en la clasificación de préstamos de dinero.
Hay, básicamente, dos tipos de préstamos entre particulares. Por una parte, entre familiares y amigos, con un acuerdo verbal, aunque no está de más que se formalice de alguna manera para evitar algún malentendido. De hecho conviene hacerlo para que Hacienda no lo entienda como una donación (con las consecuencias fiscales que eso implica).
Por otra parte, a través de plataformas de crowdlending. Son los préstamos P2P, gestionados a través de entidades que ponen en contacto personas que buscan financiación con otras que quieren invertir. En ellos, la propia plataforma es la que, tras analizar el riesgo de la operación, fija unos intereses al solicitante de la financiación y una rentabilidad al inversor.
Préstamos de dinero para empresas: los ICO
Los préstamos ICO son, dentro de los tipos de préstamos bancarios, unas líneas de financiación ofrecidas por el Instituto de Crédito Oficial, entidad pública empresarial que está adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad. Y están dirigidos a pymes, empresas, autónomos y particulares, para distintas finalidades según el colectivo. Estos préstamos son tramitados a través de entidades bancarias colaboradoras.
Esta clase de préstamos tienen como objetivo promover las actividades económicas que fomenten el crecimiento y la mejora de la distribución de la riqueza nacional. Y se destinan sobre todo a aquellas empresas que destacan por su innovación, impulso de energía renovable, o destaquen a nivel social y cultural.
Los tipos de interés de los préstamos ICO suelen ser más bajos que otros préstamos de dinero para autónomos, pero puede variar en función de la línea que se solicite, el plazo de amortización y el importe.
Los préstamos ICO son tramitados a través de entidades bancarias colaboradoras o directamente a través del ICO, dependiendo de la línea de financiación necesaria. Esto es, es la entidad la que estudiará la solicitud de la financiación y quien, tras evaluar el perfil, decidirá si la concede o no.
Otras clases de préstamos: los hipotecarios
Los préstamos hipotecarios son unos préstamos de dinero a muy largo plazo (normalmente entre 10 y 30 años aunque puntualmente pueden alcanzar los 40) que se contratan normalmente para adquirir un bien inmueble (una vivienda, un local, una plaza de aparcamiento, etc.) que habitualmente sirve como garantía de cobro si no se pagan las cuotas.
El tipo de interés que aplica un préstamo hipotecario suele ser más bajo que en otros tipos de préstamos, como los personales, y puede ser fijo (siempre es el mismo), variable (consta de dos partes un diferencial, que siempre es el mismo, al que se le suma un tipo de referencia, en España normalmente el euríbor, que se revisa en un tiempo determinado) o mixto (combina un periodo a tipo fijo y otro variable).
En cuanto a los importes que conceden estos tipos de préstamos bancarios (o de financieras), pueden variar y son considerablemente más altos que los de un crédito personal. Suelen partir de los 80.000 euros y el máximo lo establecen varios factores. Entre ellos, el valor del inmueble que va a servir como garantía. En España, lo más habitual es que las hipotecas no superen el 80% del valor de tasación o compraventa del mismo (siempre y cuando se trate de una primera vivienda).
Como con otras clases de préstamos, antes de conceder una hipoteca, el banco o financiera estudiará el perfil financiero e historial crediticio del solicitante.
Cómo elegir el mejor préstamo
Y, entre todos los tipos de préstamos, ¿cuál es el mejor para ti? Dependerá de varios factores: desde el importe que vas a pedir hasta el motivo por el que lo vas a solicitar.
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