Reunificación de deudas en casos difíciles y/o con ASNEF

Qué es la reunificación de deudas en casos difíciles

Una reunificación de deudas en casos difíciles es aquella en la que se agrupan en un solo préstamo o hipoteca una o varias deudas financieras en vigor y en la que el titular no acaba de cumplir con los requisitos habituales que las entidades financieras acostumbran a pedir en esta modalidad de financiación. Es decir, no tiene unos ingresos regulares, no dispone de una vivienda en propiedad, no puede aportar un aval, figura en algún listado de morosidad (como ASNEF) o todas a la vez.

Por tanto, y aunque tiene el mismo objetivo que una reunificación de deudas general (ordenar las finanzas e intentar pagar menos cada mes), es más difícil acceder a ella. Concretando, estos son los principales tipos de reunificaciones de deudas en casos difíciles:

• Reunificación de deudas con ASNEF y sin hipoteca o reunificación de deudas sin hipoteca (ni ASNEF).
• Reunificación de deudas con ASNEF y nómina.
• Reunificación de deudas con ASNEF y sin propiedad.
• Reunificar deudas sin aval: cuando no se tiene un bien que sirva como garantía para el préstamo.
• Reunificación de deudas con ASNEF y sin aval: un híbrido de los anteriores.
• Reunificación de minicréditos: algunas entidades no permiten unificar minicréditos.
• Reunificación de deudas con embargos.
• Reunificación de deudas con la administración.

Reunificar deudas con ASNEF

Pero desgranemos algunas de estas situaciones con más detalle. Y en este apartado nos vamos a centrar en aquellos casos difíciles de reunificación de deudas con ASNEF. Es decir, en los que el nombre del titular de los préstamos que quiere agrupar en uno solo aparece en algún listado de morosidad.

Reunificación de deudas con ASNEF

Aunque a priori estar en ficheros de morosidad como ASNEF dificulta la consecución de un préstamo, existen casos más complicados que otros. Por ejemplo, no es lo mismo hacer una reunificación de deuda con ASNEF y nómina, que solicitarla sin unos ingresos regulares. También puede hacer más o menos difícil la reunificación de deudas el motivo por el que se está inscrito en ASNEF: una entidad no verá con los mismos ojos el impago de unas facturas de teléfono que el de las cuotas de algún préstamo. Y lo mismo ocurre con los avales y las propiedades. Tenerlos nos ayudará.

• Reunificación de deudas con ASNEF y nómina: si se está en ASNEF, pero las deudas no son bancarias y, además, se tiene una buena ratio de endeudamiento –tras agrupar los préstamos–, es posible que podamos obtener financiación.
• Reunificación de deudas con ASNEF sin aval: aportar una garantía que nos pueda cubrir en caso de impago puede facilitar el acceso a la financiación en una reunificación de deudas difícil. Este avalista puede ser una persona o un bien material.
• Reunificación de deudas con ASNEF y sin propiedad: si quieres hacer una reunificación de deudas con ASNEF pero no tienes ninguna propiedad sin o con muy pocas cargas –pagada al 100 % o al 80 %–, será difícil, que no imposible, conseguir financiación. En cualquier caso, la entidad valorará que tengas unos ingresos regulares y continuados en el tiempo, si puedes aportar un avalista, y el por qué estás en el fichero de morosidad.

Reunificación con embargos

Otro de los casos difíciles de la reunificación de deudas se produce cuando el solicitante del crédito se encuentra inmerso en embargos judiciales. El problema sigue el mismo que en el caso de reunificar deudas estando en ASNEF. Básicamente las entidades de crédito no confían en esta clase de perfiles, pues consideran que el riesgo de impago es grande. Generalmente no es posible hacer una reunificación de deuda con embargos, sino que se tiene que recurrir a otras opciones que más tarde explicaremos.

Unificación de deudas con la administración

Tener deudas pendientes con las administraciones públicas –como Hacienda, el Ayuntamiento, la Seguridad Social u otros organismos– puede conllevar todo tipo de problemas. No solo estamos hablando de posibles bloqueos en nuestras cuentas bancarias, sino también de embargos y dificultades a la hora de solicitar crédito. Y esto incluye solicitar una reunificación de deudas.

En este caso posiblemente tengas que recurrir a otras alternativas, pues es muy complicado conseguir financiación.

Reunificación de minicréditos, tarjetas de crédito…

La reunificación de minicréditos, deudas con las tarjetas de crédito, preconcedidas… Pero su nivel de dificultad no es bajo, ni mucho menos. De hecho, algunos bancos y entidades financieras no permiten hacer reunificaciones de deudas con estos productos.

Consejos en la reunificación de deudas en casos difíciles

Para una reunificación de deudas en casos difíciles (en realidad, para cualquier reunificación), se contemplan básicamente dos opciones: contratar un préstamo o una hipoteca. Y, en ambos casos, el importe por el que se solicita debe contemplar la suma total de la deuda pendiente. Y, como siempre, a la hora de suscribirlos se deben tener en cuenta varios aspectos. Aquí te enumeramos los principales:

Analiza bien las deudas que tienes

El primer paso que deberías dar para reunificar deudas en casos difíciles es sacar la calculadora y analizar bien las deudas que tienes. ¿Son de préstamos? ¿De hipotecas? ¿De tarjetas?Mira cuántas tienes y sus condiciones (tipos de interés, comisiones, cuánto queda por pagar...). También cuánto suman las letras de cada uno de ellos. Así podrás saber cuánto pagas cada mes en total y mirar las opciones que te resulten más ventajosas a la hora de reunificarlos.

Sea cual sea tu caso, toda la información acerca de las deudas financieras pendientes la puedes consultar en los contratos que firmaste al suscribir las financiaciones. También en las app de las entidades en los que las firmaste.

Comprueba al detalle todas las condiciones de la reunificación de deudas

Igual que harías a la hora de solicitar cualquier préstamo, resulta fundamental analizar las condiciones del préstamo o hipoteca que vas a pedir para unificar tus deudas. Cuestiones como si el dinero que te facilita es el suficiente como para agruparlas, el plazo de amortización, las cuotas, los intereses, la operativa de la entidad... Son aspectos esenciales para acertar en tu decisión.

Compara entidades bancarias y financieras

Por supuesto, te recomendamos que analices varias opciones antes de quedarte con una sola. Como sabemos que es complicado, ponemos a tu disposición nuestro equipo de expertos, que te atenderá en horario de oficina. Y, también, nuestro simulador, donde podrás ver detalladas las condiciones de las diferentes opciones de financiación que tienes a tu alcance. Asimismo, existe la posibilidad de negociar con las distintas entidades y bancos para conseguir beneficios extra.

Elige hipoteca o préstamo según convenga

Los casos pueden variar. Si la deuda global no supera los 60.000 euros, es posible que puedas acceder a un préstamo personal. Si va más allá de ese importe, y aunque hay hipotecas de 30.000 euros, lo habitual es solicitar hipotecas.

Igualmente, y si ya tienes una contratada, también puedes barajar cambiar sus condiciones (ampliar el capital y, también, el plazo de amortización). Este cambio, si el banco lo acepta, se llama novación. En cualquier caso, las hipotecas suelen tener intereses más bajos que un préstamo personal.

Alternativas a la reunificación de deudas en casos difíciles

Como estamos hablando de la reunificación de deudas en casos difíciles es posible que te hayas dado cuenta ya de que conseguir financiación es complicado. De hecho, en alguna ocasión te puedes encontrar con una negativa por parte de la entidad, que te nieguen el préstamo o hipoteca que has solicitado para llevar a cabo la unificación. Si te encuentras en esta coyuntura, existen alternativas.

Préstamos entre familiares

Los préstamos entre familiares y amigos son préstamos entre particulares y generalmente se basan en la confianza. Es decir, no se tiene que pasar por ningún departamento de riesgos que tenga que hacer un estudio de viabilidad de la operación. Además, habitualmente tienen facilidades de pago y no aplican intereses. Es una buena alternativa para conseguir financiación adicional para pagar deudas. Con todo, y si optas por esta financiación, debes tener en cuenta dos aspectos importantes. Primero, y para evitar malentendidos, intenta dejar los términos bien definidos en un contrato. Y recuerda que estos préstamos se declaran pues, en caso contrario, Hacienda podría considerar que se trata de una donación encubierta.

Renegociar los préstamos

Renegociar los préstamos vigentes para alargar el plazo de amortización y reducir las cuotas que se pagan mensualmente (lo mismo que persigue la unificación de deudas) es otra posibilidad. Pero seguiremos pagando cuotas de diferentes préstamos y puede ser un proceso complicado también.

Recurrir a prestamistas de dinero particulares

Aunque la mencionamos, la realidad es que recurrir a prestamistas de dinero particulares no es recomendable. Se trata de personas individuales que dejan dinero a otras pero que, a diferencia de las entidades con las que trabajamos en Acierto.com, no se encuentran reguladas por el Banco de España.

Preguntas sobre la reunificación de deudas en casos difíciles

Cerramos esta guía sobre la reunificación de deudas en casos difíciles resolviendo algunas de las dudas que pueden haber quedado en el tintero:

¿Puedo reunificar préstamos con deudas pendientes?

Aunque es posible reunificar deudas estando en ASNEF, por lo general los bancos y entidades de crédito piden estar al corriente del pago de los diferentes préstamos para conceder esta financiación.

¿Es posible reunificar deudas con ASNEF y sin hipoteca?

Sí. Ten en cuenta que las condiciones serán más estrictas (es posible que la entidad aplique sobre el préstamo un tipo de interés más elevado y te exija que aportes más garantías) pero es posible que puedas reunificar deudas. Eso sí, lo primero que deberás hacer es saldar la deuda por la que se te ha incluido en un listado de morosidad.

¿Préstamo o hipoteca: qué es mejor en una reunificación de deudas de casos difíciles?

No hay una opción mejor que otra. Todo dependerá del importe que tengas que solicitar al reunificar tu deuda en caso difícil. Si tienes que pedir menos de 60.000 euros, lo más habitual es que se opte por un préstamo personal. Si, en cambio, la cantidad de dinero es mayor de esa cantidad, lo más común es solicitar una hipoteca.